El pasado jueves, fuentes del Ministerio nos confirmaban que las incipientes negociaciones con las compañías eléctricas iban a dar un primer fruto. Eso sí, sería un fruto temprano y, por tanto, algo verde y escaso pero un fruto al fin y al cabo. Dada la situación crítica en que se halla el sector, se les pidió que hicieran un gesto, pequeño para éstas pero cargado de sentido y de esperanza para las cuencas mineras, como señal inequívoca de su buena voluntad en el desarrollo de las negociaciones que tendrán lugar durante los próximos días. Ese gesto se traduciría en la compra inminente (aunque me gustaría decir inmediata) de una cantidad indeterminada de nuestro mineral fósil. La mano de Dios aprieta, con mucha fuerza por cierto, pero afortunadamente, y solo de momento, no ahoga. Como dije en un post anterior, la minería del carbón constituye para las "amables" compañías eléctricas tan solo el flanco débil del Gobierno en el que hundir su daga cada vez que quieren ver materializada una de sus reivindicaciónes (económicas). Tenemos la esperanza de que también el Gobierno haya encontrado en las eléctricas este flanco débil para que las negociaciones puedan desarrollarse en igualdad de condiciones. Mientras tanto, esperemos que el Sr. Herrera y el Sr. Villanueva mantengan el micrófono cerrado, puesto que no aportan ninguna luz al problema y sus propuestas son, además de valdías, muy interesadas y al Gobierno de la Junta de Castilla y León, le salen gratis, como casi todo.
Parece que se vislumbra un pequeño resplandor al final de túnel.
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