Entre leones

Entre leones

miércoles, 20 de julio de 2011

ISABEL SEGUNDA PARTE

Vuelve Isabel Carrasco a sentarse en el trono del palacio de los Guzmanes, después de que los leoneses y las leonesas, aunque de un modo indirecto, le otorgáramos una mayoría, esta vez, más holgada que la anterior. Ha debido de sentir, por tanto, renovados y reiterados los apoyos que antes la llevaron a dirigir con mano de hierro, la institución y al mismo tiempo, su partido. Veremos de qué modo decide mostrar la reciprocidad del cariño que los electores le manifestaron en las urnas. O quizá tengamos que estar atentos para saber a qué  grupo de electores decide hacer patente su afecto.
Como hicieron antes otros líderes del partido popular tocados con los laureles del triunfo, la recién elegida Presidenta de la Diputación de León, anunció en su discurso de investidura, que la austeridad será la bandera que ondee bien alto durante su mandato. Probablemente, no lo dijo solo para redimirse del grave dispendio que realizó antes, en la adecuación de sus dependencias, sino como coartada a los futuros recortes que a estas alturas ya tendrá dibujados en su mente. Es más, seguramente se relame solo de pensarlo. Para empezar, ha emitido una orden, en base a la cual tan solo los diputados del PP podrán aparcar en los garajes palaciegos. Hay que ahorrar en gastos de mantenimiento y debe ser que los socialistas contribuimos a incrementarlos. Pero no vamos a sacar este tema a colación porque, en su discurso, también fuimos perfectamente reconvenidos (los que nos sentimos aludidos) por haber realizado críticas a su forma despótica y sectaria de gobernar y a lo que de ella se desprende.
Promete en cambio, que no se verán mermados los servicios que la muy noble institución viene ofreciendo a los habitantes de la provincia, incluso aquellos que ofrece a los más urbanitas. Nos alegramos de haber escuchado esto, aunque estoy seguro de que en muchos pueblos, no notarían la diferencia, en el caso de que aplicara un drástico recorte. Eso sí, no promete que la tan cacareada austeridad se lleve por delante la partida presupuestaria de la libre disposición: esa a la que recurre para premiar el comportamiento leal ( de lealtad institucional, claro) de algún responsable municipal.
No podían faltar en su discurso las referencias a la economía y al empleo. Para los dirigentes del PP, el paro tiene un solo padre, que es Zapatero (a partir de ahora, Rubalcaba) mientras que la futura creación de empleo tiene muchos, ellos mismos. Desde su responsabilidad, apeló al alto valor cultural y etnográfico y a la riqueza natural y paisajística de la provincia como bases del desarrollo de nuestra economía. Parece que recientemente, haya descubierto que además de productos tradicionales -que por cierto se merecen todo mi respeto y mi admiración- y pistas de esquí, tenemos algo más que vale la pena ofrecer. Así que dice haberse propuesto colocarnos a la cabeza del turismo interior. De ésta, quizá en el resto del país, se den cuenta de que en León, tenemos un lugar declarado patrimonio de la humanidad, incluso un Parque Nacional.
No puedo mostrarme más de acuerdo con ella en que el debate no tiene que ser tanto sobre si deben o no existir las Diputaciones Provinciales como el papel que deben jugar en el esquema de la prestación de servicios públicos. Seguramente, estaremos de acuerdo en que un sistema de elección directa mejoraría la percepción que los ciudadanos tienen de esta institución y aumentarían la trasparencia y la capacidad de control político. Incluso, quién sabe, podría hasta tener un efecto balsámico sobre el carácter abrupto de nuestra Presidenta.
Esta será la segunda parte de una historia cuyo principio conocemos, el trascurso lo intuimos y el final lo deseamos.

martes, 14 de junio de 2011

EL DESPERTAR

EL DESPERTAR

Han pasado más de quince días desde que los ciudadanos y las ciudadanas expresaran su voluntad y con la perspectiva que da el tiempo, ya es posible realizar un análisis de los resultados de una forma un poco más desapasionada. El dictado de las urnas es claro y supone prácticamente, el desalojo del Partido Socialista de los gobiernos de la mayoría de las administraciones municipales y autonómicas. En estas elecciones hemos perdido votos y a la larga, puede que también a sus dueños, los votantes. Los han ganado la desilusión, la desesperación, la desconfianza y como no la indignación. Como se suele decir, unos han cardado la lana y otros hemos llevado la fama. Queda escrito así, el final del periodo en el que los y las socialistas hemos gozado de mayor poder institucional en España, gobernando incluso algunas autonomías que históricamente se nos habían resistido. Atrás queda el sueño, creado y alimentado por nuestro paisano, José Luis Rodríguez Zapatero que comenzó con la victoria socialista de las elecciones municipales del 2003, y que llevó a la sociedad española a ver cumplidas muchas de sus expectativas de modernidad y de progreso social. Y digo atrás, porque la sobrevenida crisis económica, ha provocado a la  vez, el empobrecimiento generalizado de la gente y sin embargo la minusvalorización de las altísimas cuotas de gasto y de coberturas sociales. Ni que decir tiene que tampoco han servido las leyes de extensión de derechos, tan importantes como la ley de la dependencia, que de momento no se quedan atrás sino que siguen teniendo vigencia (y una gran partida en los Presupuestos Generales), para contener la avalancha del llamado voto de castigo.
“El ciudadano nunca se equivoca al votar” me decía un veterano militante socialista el otro día y yo estoy de acuerdo − faltaría más − pero en esta ocasión, muchos hay que todavía se preguntan el nombre de la persona que han votado como Alcalde o Alcaldesa. O en el peor de los casos ni si quiera se lo preguntan. Quizá lo más difícil de comprender no sea que la mayoría no nos halla entregado su voto, porque hayamos cometido errores o porque hayamos tomado decisiones difíciles. Lo desesperante es que se lo hayan entregado a quienes se han pasado cuatro años sin hacer absolutamente nada, en algunos casos ni oposición.
En ese sentido, León es uno de los ejemplos más elocuentes. El equipo de gobierno socialista ha trabajado durante los últimos años no solo en modernizar esta ciudad sino en crear un proyecto de futuro, basado principalmente en el turismo y el desarrollo tecnológico y han conseguido que se ejecuten prácticamente todas las infraestructuras que históricamente eran necesarias para ponerlo en marcha. Sin embargo, hemos perdido mil docenas de votos y algunos de ellos han ido a parar a la saca de quien tan solo prometía bajar el IBI y limpiar las calles, contribuyendo a que el próximo día 11 se convierta en el Alcalde de esta ciudad.
Los y las socialistas hemos probado con experimentar la indignación pero, la verdad, no se nos da bien. Es preferible gastar la energía en el trabajo en vez de malgastarla en el enfado. Así que solo nos queda despertar de ese sueño, en el que siempre ganábamos y realizar una digna oposición, puesto que muy pronto, cuando la ciudad vuelva a demandar progreso y futuro, nos necesitará a su lado para hacerlo realidad.

¿DE VUELTA A DÓNDE?

El PP de León es el único de todo el panorama político español que propone a los votantes un paso hacia atrás, es decir, una vuelta al Atapuerca político. Una apuesta, sin duda, valiente porque cuando el resto de partidos estamos inmersos en una carrera por demostrar que ofrecemos un proyecto de futuro bien estructurado, que generará desarrollo económico, empleo y bienestar, ellos nos proponen que regresemos a los tiempos pretéritos. Me hago cargo de la dificultad que entraña plantear una campaña electoral y sobre todo, trasmitir un mensaje a la gente pero si tuviera que elegir el más desacertado de todos, introduciría la palabra “pasado” implícita o explícitamente en él. Algunos nos preguntan si el jefe de campaña es de los nuestros. A mi no me consta pero es verdad que salir a repartir panfletos el día –y en el lugar- en que los socialistas eliminamos el paso a nivel del Crucero parece que ha sido planeado más bien por el enemigo. No obstante, si echamos un vistazo generalizado a la candidatura popular parece que todo adquiere una cierta coherencia. Para empezar, la derecha lleva cuatro años fuera del debate político de la ciudad y por  tanto, ignoran cómo plantear una alternativa de futuro. Así que se centran en lo que realmente conocen y plantean una alternativa de pasado. Y claro, ¿se acuerda alguien de aquellos tiempos? Poco, lo entiendo porque no fue precisamente una época dorada para nuestra ciudad. Gobernaba el PP todas las administraciones públicas posibles y la concordancia política fue tan positiva para nuestra ciudad que estoy seguro, no habrá nadie que me pueda nombrar un solo proyecto que naciera de aquella conjunción astral. Ahí están los hechos. Es verdad, los jardines preciosos, las calles muy limpias, un campo de fútbol espléndido y un parque tecnológico con mucho potencial (empresas y trabajadores, visto el resultado, son lo de menos). No en vano fue la época en la que menos expectativas de futuro se crearon en la ciudad para los y las jóvenes, a pesar de coincidir con el milagroso periodo de crecimiento de la economía nacional. Pero ay, no solo de belleza  viven el hombre y la mujer. Del mismo modo, la candidatura la han confeccionado a base de personas que parecen salidas del túnel del tiempo. Apellidos para impresionar al vulgo, como si estuviéramos en otra época y como garantía de su validez, no haber contraído hasta la fecha, deuda alguna con la sociedad y haber pasado desapercibidos –políticamente-  durante los últimos años. La única referencia al futuro la encontramos en el cabeza de cártel. Promete dejar para mañana, cuando haya abandonado el Gobierno de la Junta de Castilla y León y por tanto su responsabilidad en el asunto, la puesta en marcha de la Facultad de Medicina, en vez de impulsarlo cuando puede. Por eso, ha decidido dejar también para mañana, el diseño de un proyecto de futuro para nuestra ciudad y ha comenzado con una vuelta a lo que ya está hecho y de sobra conocemos. 

LA BARRIGUITA DE AZNAR

 Después de los últimos acontecimientos ocurridos en el planeta, cada día tengo más la impresión de que las fuerzas de la naturaleza se han aliado para afearle al ex presidente Aznar, sus posturas anti-ecologistas y otras que no siéndolo tanto, contribuyen de un modo considerable a generarle bastante mal karma. Si hacemos un pequeño repaso, desde aquello de meternos en la guerra de Irak, ironías de la vida, no ha dado una a derechas. Algunos y algunas dirán que siempre aprovechamos cada pequeña ocasión para mentarles la bicha a los del PP pero, estarán de acuerdo conmigo, mientras  este señor siga agarrando la alcachofa  justificación suficiente para opinar sobre ello e incluso, para criticarlo. Como decía, desde aquel terrible acontecimiento, parece que le persigue la mala suerte. Luego vino la elección del candidato a sucederle, por un estricto –y nada científico- método “dedocrático”, que supuso un claro desacierto, visto los numerosos fracasos que lleva ya acumulados el aspirante. Con el tiempo, ha trascendido que no había ni una sola prueba de que en Irak hubiese armas de destrucción masiva. Recientemente, hemos podido conocer que el hombre que hizo posible el milagro económico -burbujeante- de la España de Aznar, el señor Rato, un gestor “infalible, cuando presidía el FMI actúo de forma negligente, haciendo caso omiso a las señales que le hubiesen permitido anticipar la llegada de la crisis mundial que se avecinaba. Pero sin duda, fue tras abandonar la Presidencia del Gobierno cuando el verdadero personaje se liberó y nos regaló algunos momentos que pasarán a ocupar un destacado lugar en la historia del tele-zapping y de los que nos reiríamos mucho más sino nos acordáramos que este señor ocupó la máxima responsabilidad del Gobierno de este país. Así que, después de aparecer medio piripi burlándose de la campaña de lucha contra el consumo de bebidas alcohólicas al volante, la policía no hace sino pillar in fraganti a distintos dirigentes del PP, el último la semana pasada, probablemente siguiendo su ejemplo. Por no alargar demasiado este relato, llegamos al último charco donde Jose María ha metido la pataza y todavía no la ha sacado. Haciendo gala de su doble condición de asesor de compañía energética y de presidente de una fundación de estudios sociológicos, de la que los populares toman ideas para confeccionar sus posiciones ideológicas, nos aconseja abandonar las minas de carbón leonesas y sembrar el panorama eléctrico nacional de reactores nucleares. Estas declaraciones, además de interesadas,  fueron proféticas. Unos días más tarde, el terremoto de Japón causaba graves daños a la central nuclear de Fukushima, provocando la explosión de al menos, uno de sus reactores y la emisión a la atmósfera de una cantidad de radiactividad indeterminada, todavía sin controlar. Cuesta comprender que el campeón del patriotismo apoye públicamente la energía nuclear, cuya tecnología y materia prima tenemos que importar obligadamente y siga promoviendo el final de nuestra única fuente de energía fósil. Desgraciadamente, ha sido la naturaleza la que ha le ha proporcionado una terrible respuesta. Ni si quiera el país con las mayores medidas de seguridad nuclear ha podido evitar la catástrofe ante la cual, en principio, estaban preparados. Dado el mal fario, que lleva arrastrando Aznar hace unos años, seguro que dentro de nada, se impondrá la moda estética en los hombres, de dejarse tripita y el abdomen superdesarrollado que cultivó a base de duro trabajo físico no le servirá absolutamente para nada.

martes, 8 de marzo de 2011

EL ATRACTIVO DE LO IMPUNE

Este fin de semana, los medios de comunicación,  nos han traido hasta nuestras orillas (fluviales), una noticia doméstica que, a pesar de la tremenda actualidad internacional, dificilmente puede pasar inadvertida. Tuvo lugar en Mallorca, con motivo de la cumbre autonómica del PP que, como de costumbre, reunía a un montón de compromisarios para discutir no se sabe qué y para alcanzar quién sabe qué conclusiones, supuestamente de carácter autonómico. Digo esto porque lo único que trascendió de la última gran cumbre "popular" fueron las palabras de su lider Rajoy, que proponía eliminar los "privilegios" de los Diputados (y generalizó, pensando que todos disfrutábamos de los suyos) y supongo que también de las Diputadas (a Cospedal también se le nota muy comprometida con esta causa), siguiendo esa filosofía tan extendida entre los predicadores de la fe Cristiana, que se rige por la máxima de "haz lo que yo te diga y no lo que yo haga". Lo que sí pudimos saber, a falta de otra información, es que se había alcanzado un "importante" acuerdo que fue rubricado por los candidatos y las candidatas populares  y que les comprometía a  la búsqueda incasable de la trasparencia desde las administraciones públicas que gorbernaran y a la lucha sin descanso contra la corrupción. ¡Qué bonito! parece sacado de una novela de caballería. Lo mayúsculo de la noticia es que por esa mesa de firmas pasó y se dejó retratar el Presidente de la Generalitat Valenciana, el Sr. Camps. En la foto, el sujeto no parecía incómodo ni sonrojado mientras, inclinado sobre la mesa, "echaba su garabato", sino más bien relajado, con su media sonrisa característica, en un gesto mitad divertido mitad provocador. Pues bien, esto que a cualquiera le revuelve el estómago parece que en la región Valenciana, a la vista de los resultados que arrojan las últimas encuestas demoscópicas, genera sentimientos bien distintos. A esto en la jerga periodística, se le conoce como berlusconización de la política, en honor al maestro de hacer lo que le da la real gana y que nadie se lo reproche ni en los medios -lo que no extraña, que para eso son suyos- ni en las urnas -lo que resulta infinitamente más curioso. Como diría el propio Berlusconi "el problema es que la mayoría de los italianos me tienen envidia y les gustaría ser como yo". Efectivamente, ese es el problema, que muchos ciudadanos y ciudadanas se sienten magnetizados por ese personaje político que actúa en su propio beneficio, metiendo mano a la caja común o montándose orgías en sus dependencias, sin temor a las leyes civiles - ni a las divinas-, máxime cuando sus delitos quedan impunes. Como consecuencia, se produce lo que José Antonio Marina, calificaría un "fracaso de la inteligencia colectiva". Es decir, la propia sociedad en un acto de suprema estupidez, arrincona los valores que la sostinen y la refuerzan y, por contra, jalea aquellos que la desequilibran o la debilitan. La pregunta es ¿qué ocurrirá, si Camps, es condenado? seguirá manteniendo el inquebrantable apoyo de los valencianos y de las valencianas y, por tanto, del PP o será abandonado y olvidado. Creo que más bien lo segundo, porque nuestra sociedad acepta que un tipo se haga el listo y despiste a las leyes pero cuando el peso de la Ley cáe sobre él, su atractivo se desvanece de inmediato y queda tan solo el pequeño hombre que era. Y la siguiente pregunta, en ese supuesto, ¿qué hará el PP con ese documento que llevaría la firma de un culpable del delito que en el texto se condena? Supongo que les trae sin cuidado, puesto que, para cuando eso ocurra, la moto la tendrán bien vendida y nadie se acordará de aquella foto y mucho menos de aquel documento.

domingo, 20 de febrero de 2011

MANUAL DEL CANDIDATO "POPULAR"

Cuando un candidato aterriza en una ciudad que desconoce absolutamente (y que le desconoce)  a tres meses vista de unas elecciones, lo hace a sabiendas de que sus posibilidades de éxito son bastante reducidas y supongo que por ello, a nadie le extraña que intente de forma desesperada incrementarlas. Pero, no es menos cierto, que la gente que potencialmente podría votarle, también espera de éste que le ponga a la empresa un cierto interés y que al menos, se moleste en aportar alguna idea novedosa, traida a propósito de la ocasión. No debe pensar así, a la vista de lo publicado, el candidato Isabelino a la Alcaldía de León, Emilio Gutiérrez, que sin estrujarse mucho la sesera y después de múltiples reuniones con vecinos y vecinas y colectivos de la ciudad (a los que me temo, no ha escuchado con demasiada atención), ha llegado a la conclusión de que su propuesta estrella de cara a las próximas elecciones municipales va a ser bajar los impuestos. Ooooole! Y ya está! Primera lección del manual del buen candidato popular. Esta sirve para León y para la campaña de wisconsin. Debió pensar su mentora, "infalible, Emilio, te lo digo yo". Sin un estudio, ni si quiera grosero, de la situación económica y financiera del Ayuntamiento de León y del margen existente para bajar los impuestos o para aumentar los ingresos (porque ya presupongo que, segunda lección del manual, no va a reconocer recortes en la prestación de servicios). Nada. Tan solo eso, voy a bajar los impuestos. Y se quedó más a gusto que un arbusto. Si la propuesta fuera seria le diría que el candidato popular que le precedió se pasó muchos años gobernando sin subir impuesto, sin cobrar servicios y aumentando la plantilla municipal, costa de meter facturas en los cajones y de hipotecar la capacidad inversora de nuestro Ayuntamiento para las próximas generaciones. Pero tratándose de una propuesta tan poco rigurosa y de evidente corte populista lo único que le digo es que continúe por esta senda y, a este paso, no conseguirá engañar ni a los que tiene más cerca.


jueves, 17 de febrero de 2011

EL ÚLTIMO OBSTÁCULO DEL CARBÓN


Esta tarde hemos recibido por fin la buena noticia: se ha superado el último obstáculo que mantenía a la minería leonesa en el dique seco. Han sido muchos meses de incertidumbre en los que ha sucedido de todo y durante los cuales hemos pasado por todo tipo de estados emocionales. Los últimos sin duda, han sido los peores, puesto que supuso la paralización absoluta del sector y por tanto, el paso de todos los trabajadores de la minería al paro. El camino ha sido largo y tortuoso pero finalmente, se ha hecho justicia (y nunca mejor dicho). El Tribunal de Luxemburgo ha dicho al Gobierno de la Xunta que su recurso, además de no haber sido justificado, no tiene razón de ser y mucho menos carácter de urgencia. Con esta sentencia se desbloquea el RD que regula el régimen de ayudas a la producción de carbón nacional y por tanto,  las empresas mineras volverán a disponer de ingresos que les permitan retirar los EREs y recuperar a sus trabajadores.

El PP ha fracasado en su último intento de cerrar las minas de carbón y enterrar  así, las cuencas mineras. Habían manifestado su intención en muchas ocasiones, incluso Rajoy en sede parlamentaria, pero en ningún caso imaginábamos que mantendrían su postura a costa del sufrimiento de muchas familias, hasta el último momento. Es verdad que han estado muy cerca de conseguirlo pero hoy, los leoneses y las leonesas podemos respirar más tranquilos.